
Los auriculares AKG K-912 funcionan sin cables mediante un radioenlace que los comunica con una base que también sirve de cargador.

En este caso el problema es que se ha partido el audífono derecho, desprendiéndose de la diadema. Probablemente se deba a un golpe o una caída. El cable no está dañado.

Para poderlo volver a anclar a la diadema tengo que abrir el audífono. Comienzo separando la protección acolchada, haciendo palanca a lo largo de la zona indicada con flechas rojas para desprender las 4 pestañas que posee.

A continuación tengo acceso a 4 tornillos que debo retirar. En la siguiente foto se ve también la pila que habría que substituir cuando se aprecie que las cargas no son efectivas.

Una vez abierto localizo el problema. El tornillo que sujeta el audífono a la base de la diadema está partido, y parte de la rosca ha quedado en el agujero. La solución sería comprar una diadema nueva y proceder al cambio, pero aún hay una posibilidad que me evitará un desembolso de dinero. En la siguiente imagen la flecha roja indica la rosca partida que ha quedado en el orificio de la diadema. La zona amarilla indica la parte de plástico que voy a rebajar para poder sacar la rosca, ya que es requisito indispensable.

Cuando ya tengo el plástico que rodea la rosca rebajado y hay una pequeña porción de la misma accesible uso un pequeño soldador de gas para calentar la rosca. Esto comenzará a derretir el plástico en que va alojada, lo cual me permitirá sacarla con unas pinzas.

Ahora uso el mismo orificio donde estaba alojado el tornillo para taladrarlo haciendo un agujero pasante, por el que luego insertaré un tornillo con su tuerca. Eso fijará el audífono a la diadema.

Finalmente busco un tornillo lo suficientemente largo y anclo el audífono a la diadema, pasando dicho tornillo desde dentro hacia fuera, y sujetándolo con doble tuerca. Fijo las tuercas con barniz antidesroscante para evitar que se aflojen en un futuro.

Monto el dispositivo y pruebo los auriculares con resultado positivo, dando por reparado el sistema. Puede que no sea una reparación «elegante» pero me ha ahorrado la compra de una diadema que de buen seguro acabará con el mismo problema antes o después. Si en el futuro este inconveniente surge en el otro audífono lo repararé de igual forma, quedando mucho más seguro que como viene de fábrica.